viernes, 25 de marzo de 2011

Política y valores




Ayer se celebró en el Club Información un interesante debate acerca de política y valores en el que intervinimos las principales fuerzas políticas de Alicante.

El evento fue recogido por el diario información en una escueta nota de prensa.

Mi intervención fue la siguiente:

Video:

Texto:
Ruego me perdonen, ya que, aunque esta es una mesa de políticos, dada mi cercana incorporación a la política en primera línea, todavía me siento más ciudadano que político con lo que con sus cosas buenas o malas, me permite ver y juzgar las cosas con cierta distancia.
Recuerdo que cuando preparaba mi intervención ante los militantes de mi partido, en las primarias que realiza Unión Progreso y Democracia, y al documentarme sobre los problemas que más preocupaban a los ciudadanos, me llamó enormemente la atención que fueran los políticos el tercer problema tras la crisis económica y el paro. Superando a temas tradicionalmente tan traumáticos como inseguridad ciudadana y terrorismo.
Indudablemente la figura del político se ha devaluado enormemente desde los primeros tiempos de la democracia hasta hoy, y muy probablemente es debido a que los políticos no tienen, o no tenemos, esos valores que el ciudadano espera encontrar en ellos.


Dado que Unión Progreso y Democracia, partido al que pertenezco, es un partido joven, hasta hoy sin responsabilidad de gobierno y dada la situación actual de los principales partidos de España: Partido Popular y Partido Socialista Obrero Español, para mí sería lo más fácil hablar de la corrupción como primera ausencia de valor en la política a destacar. No voy a hacerlo, para mí, la no corrupción, que debería ser un valor a exigir en un político, es un valor que se le debería suponer de inicio. Como decíamos antaño, el valor en el militar, al cual se le debería suponer.
De la misma forma podríamos hablar de las ganas de trabajar. Para mí, no es suficiente tener ganas de trabajar y de hecho en sí trabajar. Uno puede trabajar mucho pero trabajar mal.
Por tanto, si me lo permiten, voy a olvidarme de la no corrupción y el trabajo y me gustaría centrarme en otra serie de valores que considero importantes.
El primer aspecto que considero necesario resaltar es que el político tenga deseo, ilusión y ambición por servir a los ciudadanos y no tener como fin, ser político en sí, que el objetivo sea vivir de la política, a costa de los ciudadanos.


Otro aspecto que considero fundamental es el de la capacidad y el sentido común. Un político debe estar capacitado para el puesto que ocupa, ya que si no lo está, difícilmente podrá realizar el desempeño de forma correcta aunque trabaje mucho. Seguro que les viene a todos ustedes, ejemplos como el , el del presidente Zapatero cuando el ex ministro Jordi Sevilla le decía que en un par de tardes le explicaba toda la economía que precisaba saber. O el de nuestra Ministra de Sanidad, la señora Leire Pajín, cuyo curriculum profesional no es de lejos comparable al de sus homologas.

Ojo, esto no implica que un político necesariamente deba poseer título universitario o no, pero si al menos una experiencia en el ámbito que te permita desarrollar el trabajo de forma adecuada y siempre exigirle el sentido común y la humildad suficiente de rodearse de las personas más capacitadas y honestas para desarrollar las políticas específicas.
Así esto puede suponer eficacia, aspecto que considero fundamental, y más aún en estos momentos de crisis.
Esta eficacia, a la que me refiero, debe tenerla tanto el que gobierna como el que controla el gobierno desde la oposición. Para mi ser eficaz en el gobierno es presentar proyectos sensatos y realizarlos correctamente, la oposición deberá verificar la eficacia con la que se realizan estas acciones y si no es así no conformarse con decir esto no me gusta, si no, presentar alternativas más eficaces.
En Alicante la oposición se ha conformado con llevar al juzgado al que gobierna. ¿ Es esto suficiente?. Yo creo que la política deben hacerla los políticos y no los abogados jueces y fiscales. La actual judicialización de la vida política y el comportamiento de algunos políticos en gobierno y oposición alejan sin duda a ciudadanos con valores de la política.
O sea, lo que quiero transmitirles como primordial es que el político debe tener y hay que exigirle ilusión de trabajar por los ciudadanos y que además hay que trabajar eficazmente.
Podemos si les parece hablar de otros valores que se podrán confundir con pecados capitales como la envidia, la ambición, el orgullo (que no la soberbia). Siempre que sean desde el punto de vista no personal sino dentro de un proyecto dirigido a los ciudadanos, los valoro como positivos.
Es decir, no quiero ocultarles mi envidia por todas las obras e infraestructuras que se han realizado en la cercana Valencia, o en el resto de capitales donde se les ha dotado de estación de AVE antes que en Alicante.
La ambición siempre es legítima en un político, es la que debe tener como objetivo hacer mejor y más cosas para los ciudadanos, no por la ambición personal. Hay que ser ambiciosos, mirar hacia adelante con ilusión pero con los pies en la tierra. Como me comentaba Rosa Díez el pasado Enero en Valencia, las aventuras pueden y deben ser locas pero el aventurero debe estar cuerdo.


También hay que ser orgullosos, quiero que Alicante recupere el orgullo de ser la capital de la cuarta provincia de España, como español me siento orgulloso de lo que en general ha representado mi país en la historia de la humanidad. Ese orgullo no debe romper para nada la tolerancia y el respeto que debemos tener hacia los demás. Por eso no entiendo porque se toleran actos como el asalto a la capilla de la complutense con el rector mirando hacia otro lado, esto nunca lo hubiese permitido el magnífico rector que nos acompaña en esta mesa.

Permitan confesarles una intimidad, hace 10 días en mi escuela una alumna extranjera que profesa la religión islámica, nos pidió un lugar cerrado donde poder orar, ya que parece que las mujeres no pueden hacerlo en público. Yo siendo una persona católica hice la gestión para que pudiera hacerlo. Para mí es una de las máximas profundas, respetar a los que te respetan, pero insisto el respetar al visitante no implica olvidar tu historia, tus costumbres, tu forma de ser.
Quizá podría abundar en otros conceptos como el de la igualdad, libertad individual, solidaridad, mérito etc todas importantes, pero se me acaba el tiempo


Pero acabaré con un pequeño chiste
En Brasil, Millor Fernandes (humorista, dramaturgo y escritor) lanzó un
desafío público con la siguiente pregunta:
- ¿Cuál es la diferencia entre Político y Ladrón?

Le llamó mucho la atención la respuesta de un lector:

- "Estimado Millor, después de una larga búsqueda llegué a esta conclusión:
La diferencia entre un político y un ladrón es que al primero lo elijo yo,
y el segundo me elige a mí.  

Nosotros como ciudadanos podemos elegir a los políticos que nos gobiernan, por eso yo considero que el sistema actual debe cambiarse, un sistema de listas cerradas donde el ciudadano no puede seleccionar sus mejores candidatos, ya que los partidos mayoritarios basándose en su superioridad imponen los candidatos y los políticos están más preocupados en reír las gracias al que manda que en trabajar para los ciudadanos. Considero vital que los ciudadanos debemos ejercer nuestro derecho al voto con responsabilidad, sabiendo que el voto es muy importante, pero ojo, nunca consideraré que el voto no se da para siempre, el voto se presta durante cuatro años y debe prestarse al que consideremos que tiene los valores realmente que nos gustaría que un político tuviera.

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